No hubo pedida de mano oficial, no hubo anillo de compromiso, cena romántica ni flores.
Fue un desayuno de pie en la cocina y un ¿Firmamos ya? No estaría mal hacerlo oficial... Raquel ya tiene un añito... y Marta nos puede llevar los anillos.
Fue una sonrisa, una conversación.
Fue como todo contigo. Fácil.
Hoy hace dos años desde ese Si delante de todos.
Cinco desde que empezamos a escribir esta historia.
Gracias por cada segundo, por cada pelea, por cada caricia, por ser mi ancla, por sostenerme.
Gracias por dejarme ser quien soy y por no dejarme olvidar lo que verdaderamente importa.
Feliz segundo aniversario cielo, la vida a tu lado sabe muy bien.
